La historia de Jacob: En camino a la grandeza

Cuando James y Rachel de Plymouth, Connecticut, adoptaron a Jacob, de 19 meses, de China en 2013, supieron de inmediato que nada podría detenerlo. A pesar de haber nacido sin la mano y la pierna derechas, Jacob siempre estaba en movimiento.

“Era muy activo, gateaba y daba vueltas por la casa”, recordó Rachel. “Pero, fuera del hogar, teníamos que cargarlo o ponerlo en una silla de paseo. Queríamos que tuviera la libertad de explorar el mundo de manera más independiente”.

James y Rachel investigaron centros de atención de la salud que se especializaran en diferencias en las extremidades pediátricas, y no les sorprendió encontrar el Hospital Shriners de Springfield. “Dos de nuestros hijos ya habían recibido una excelente atención allí por otras enfermedades. Sabíamos que allí era donde debíamos llevar a Jacob”, explicó Rachel.

Un mes después de su adopción, Jacob y su familia visitaron el Departamento de Ortesis y Prótesis (POPS) del hospital, donde conocieron al gerente y protesista certificado Brock McConkey, CPO. Él les explicó que los miembros del personal del POPS crearían una prótesis de pierna a medida para Jacob. “Sentimos que la prótesis abriría todo el mundo de Jacob”, afirmó Rachel.

En unas pocas semanas, y justo antes de su segundo cumpleaños, Jacob dio sus primeros pasos solo con su primera prótesis. “Lloramos. No podíamos parar de llorar”, comentó Rachel. “No teníamos a Jacob en nuestras vidas cuando era bebé, por lo que nos perdimos muchas de sus primeras experiencias. Poder verlo caminar por primera vez fue un momento muy especial para nuestra familia”.

Poco tiempo después, Jacob comenzó a correr y, desde entonces, no ha mirado atrás.

A lo largo de los años, con las prótesis de los Hospitales Shriners para Niños de Springfield, Jacob ha podido nadar y jugar al béisbol para niños y al fútbol, pero correr rápidamente se ha convertido en una pasión. Cuando tenía 7 años, comenzó a competir en eventos de atletismo adaptado cerca de su hogar.

Para apoyar las metas de atletismo de Jacob, un amigo de la familia le consiguió una pierna prostética para correr. Pero cuando Jacob experimentó un poco de fatiga e incomodidad en la cadera mientras la usaba, Rachel supo que debían consultar a Brock.

“La pierna prostética para correr es excelente para Jacob”, opinó Brock. “Es un dispositivo liviano que permite mayor flexibilidad, estabilidad y durabilidad para soportar un alto grado de intensidad e impacto. Pero al igual que cualquier prótesis, un calce adecuado es muy importante para evitar dolor o lesiones”. Brock hizo ajustes personalizados para mejorar el calce en la extremidad remanente de Jacob, quien, pronto, estaba corriendo nuevamente.

Rachel notó una diferencia de inmediato. Vio mayor velocidad, estabilidad y, sobre todo, confianza. “Con su esfuerzo, está alcanzando otro nivel”.

Jacob, ahora de 8 años, aspira a algún día competir en campeonatos de atletismo adaptado contra atletas de todo el país. “Con las prótesis, Jacob ha podido vivir su vida al máximo y seguir sus sueños”, aseguró Rachel. “El Hospital Shriners verdaderamente ha transformado su vida”.