La historia de dos hermanos: Una experiencia que les cambió las vidas

Los hermanos Hayden, de 19 años, y Hudson, de 16, ambos se sometieron a una cirugía de barra Nuss en el Hospital Shriners para Niños New England para corregir el pectus excavatum, una deformación de la pared torácica en el que el esternón se hunde en el pecho.

Durante el procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo, se coloca una barra de acero detrás del esternón y se gira para levantar el esternón. Se deja la barra en su lugar durante unos tres años y le da nueva forma al pecho.

Hayden y Hudson fueron operados con dos años de diferencia. Ambos se sometieron al mismo procedimiento, realizado por el mismo talentoso cirujano pediatra y atendidos por el mismo personal hospitalario. Hayden pasó una semana en el hospital para recuperarse después del procedimiento. Hudson, sin embargo, se fue a casa al día siguiente. ¿La diferencia? Crioablación.

“La recuperación de la cirugía con barra de Nuss es prolongada y, a menudo, muy dolorosa para los pacientes debido a un cambio repentino y dramático en el pecho”, explicó el cirujano pediátrico de los niños David B. Tashjian, M.D. “La crioablación es un procedimiento de control del dolor que estamos usando ahora, en el que los nervios en el área quirúrgica se congelan temporalmente, lo que minimiza la necesidad de utilizar analgésicos luego de la operación”.

“No se utilizaba la crioablación cuando Hayden tuvo su cirugía”, comenta el Dr. Tashjian. “Dos años después, Hudson fue uno de los primeros pacientes del Hospital Shriners para Niños New England en someterse a una cirugía con esta tecnología, y la diferencia fue notable”.

Para la madre de los niños, Amy, era muy importante limitar el uso de narcóticos. “Perdimos a un pariente por adicción a los opioides hace unos años, así que esto fue realmente personal para nosotros. Es un gran problema en el mundo, especialmente para los adolescentes. Nos encantó saber que el Hospital Shriners ofrecía una forma de reducir el uso de narcóticos”.

“Inmediatamente después de la cirugía, Hayden sintió náuseas y no tenía apetito debido a la medicación para el dolor que necesitaba. También pasó la mayor parte del tiempo en el sofá”, recordó Amy. “Hudson, por otro lado, estaba caminando poco después de su cirugía y, a los pocos días, estaba preparando su propio desayuno”.

“Tanto Hayden como Hudson recibieron una atención increíble en Shriners”, afirmó Amy. “Pero la crioablación nos cambió la vida”.