Perfil destacado sobre Susan Brogna

Por 24 años Sue ha capturado imágenes de nuestros increíbles pacientes

Hace 24 años que Susan Brogna es la fotógrafa médica de los Hospitales Shriners para Niños de Boston. Sue, quien nació con labio leporino y paladar hendido, fue fotografiada varias veces en los hospitales mientrs crecía. Esta experiencia, junto con su pasión por la fotogrfía, llevó a Sue a trabajar en los Hospitales Shriners para Niños. En su rol de fotógrafa médica del hospital, Sue crea y mantiene un historial fotográfico completo de todos los pacientes. Hace poco, charlamos con Sue para conocer más sobre sus experiencias en el Hospital Shriners para Niños.

Cuéntenos sobre su rol en los Hospitales Shriners para Niños de Boston.

Soy la fotógrafa médica de los Hospitales Shriners para Niños de Boston desde 1996. Les tomo fotografías a nuestros pacientes pediátricos al momento de la admisión y sigo su progreso en la unidad de pacientes hospitalizados, mientras atraviesan cirugías, injertos de piel y otros procedimientos. También hacemos un seguimiento de nuestros pacientes ambulatorios hasta que sus tratamientos estén completos. Hago este trabajo porque los Hospitales Shriners mantienen historiales fotográficos, además de historiales escritos. Me da la oportunidad de hacer un seguimiento de los niños durante toda su adolescencia o mientras sean pacientes. Intento hacerlo divertido porque no siempre es cómodo para los pacientes que se les tomen fotografías. Para mí es un proceso significativo porque puedo ver cómo se sanan niños con quemaduras graves y, con el tiempo, pueden tener vidas increíbles. ¡A veces los pacientes visitan el hospital cuando crecieron para presentarnos a sus propios hijos! Es estupendo verlos de nuevo.

¿Por qué eligió trabajar en los Hospitales Shriners para Niños de Boston?

Estudié fotografía en Endicott College. En su momento quería trabajar para una revista. Nunca consideré la posibilidad de ser fotógrafa médica. Un día vi un anuncio de una pasantía de fotografía médica en Beth Israel. Nací con labio leporino y paladar hendido, y en mi hospital me fotografiaban todo el tiempo mientras crecía. Esta conexión personal me atrajo a mi trabajo. Creo que escribir sobre mi experiencia en ser fotografiada de niña en mi postulación fue lo que me dio el puesto.

Luego pasé a trabajar en otro hospital en Boston, esta vez en el laboratorio. No me malinterpreten: tomar fotos de ratones es importante, pero yo quería tener una conexión con personas. Hasta que un día, un amigo que conocía de la Biological Communicators Association y que trabajaba en los Hospitales Shriners para Niños me llamó para preguntarme si conocía a alguien que quisiera trabajar allí. Le dije que sí... ¡yo!

¿Cuál es la mejor parte de trabajar en el Hospital Shriners de Boston?

Creo incondicionalmente en la misión de los Hospitales Shriners para Niños. No importa lo que pida, ellos intentarán dártelo. Por ejemplo: cuando hace falta algún equipo, siempre me dan lo que necesito para que realice mi trabajo de la mejor manera posible. Esto y el increíble personal hacen que los Hospitales Shriners tengan un ambiente maravilloso para trabajar. La mayoría de los miembros de estos hospitales se quedan mucho tiempo debido a las relaciones que establecen con los otros miembros y los pacientes.

Por supuesto, los pacientes son otra razón por la que amo trabajar en los Hospitales Shriners. Los niños con los que trabajamos son muy fuertes. Después de sus cirugías, juegan entre sí y con el personal. Nos desafían a jugar al billar, al fútbol de mesa y a la Nintendo. Algunos niños pierden dedos por quemaduras y, aún así, me ganan. ¡Es increíble! Nuestros pacientes son de todo el mundo, pero todos juegan juntos. Se enseñan entre sí sobre sus culturas y sus idiomas maternos. Es muy bueno verlos jugar porque, al ser miembros del personal, llegamos a conocer a nuestros pacientes como niños, no solo como pacientes.

¿Cuáles son algunas de sus historias favoritas de su tiempo aquí?

Los Hospitales Shriners para Niños de Boston son mucho más que un hospital. Es una familia y nos gusta divertirnos. Las personas que conocí son increíbles y antes de la COVID-19 compartimos muchos momentos juntos fuera del hospital. Por ejemplo, para mi cumpleaños n.º 40, fui a un juego de béisbol con unos 35 colegas. Nos sentamos todos juntos en la tribuna y aparecí en la pantalla gigante del estadio. ¡Fue genial!

También me encanta cuando atletas famosos vienen a visitar a los niños. A algunas personas les cuesta ver las quemaduras, por lo que es muy bueno que estos atletas se involucren y se comuniquen con los pacientes. Esos los momentos especiales aquí: cuando a nuestros pacientes se los trata como los niños que son.

Cuéntenos algo que, posiblemente, la gente no sepa sobre su trabajo.

Creo que la gente supone que mi trabajo es simple. Si bien tratamos de que sea lo más fácil y divertido para los pacientes, tengo que tener mucho cuidado para hacer mi trabajo correctamente. Uno de mis responsabilidades es cargar las fotos que saco a los historiales médicos electrónicos. Al hacerlo, tengo que estar tranquila, tomarme mi tiempo y concentrarme porque no es un proceso fácil.

Además, tomarles fotos a niños que están doloridos puede ser difícil. Sin embargo, tengo la suerte de trabajar en un lugar con psiquiatras increíbles y un entorno compasivo, además de los otros médicos, enfermeros y terapeutas. Recuerdo una familia en particular cuando recién comenzaba a trabajar en el Hospital Shriners de Boston. Vinieron al hospital en tren y llegaron llorando porque las personas habían mirado fijamente sus quemaduras. No obstante, cuando ingresaron a los Hospitales Shriners para Niños, se pudieron tranquilizar. Este es un lugar seguro para los pacientes.

¿Hay algo más que desee compartir?

¡De verdad he disfrutado todos mis años aquí y sé que seguirán mejorando!