En primer plano: Mary Jo Pedulla, MScM, BSN, RN, NE-BC
Directora de Servicios de Atención de Pacientes/ejecutiva de Enfermería en los Hospitales Shriners para Niños de Boston
¿Qué la inspiró para decidir ser enfermera?
Desde que tengo memoria, siempre quise ser enfermera. Crecí en una "familia de enfermeras". Mi madre y dos de mis tías tenían esa profesión. Recuerdo que mi madre cubría el turno de 0 a 1; nos preparaba la cena a mis hermanos y a mí antes de salir a trabajar y le pedía a mi abuela que controlara que hiciéramos la tarea antes de ir a dormir. Me encantaban el uniforme y los zapatos blancos. ¡Mi mamá tenía un aspecto tan profesional! También tengo gratos recuerdos de mi mamá y mis tías hablando "de trabajo" mientras compartían un café. Tenían muchas historias sobre sus pacientes, sobre cómo los cuidaban. Algunas de ellas eran realmente increíbles e inspiradoras, y otras eran tristes y me conmovían muchísimo. Todas estas historias sobre enfermería que compartían me impactaron mucho, por su franqueza descarnada y por esa imperiosa necesidad de ayudar a las personas a superar las adversidades. Sabía que quería ser parte de esa hermandad llamada "enfermería".
También hubo algunas situaciones familiares que contribuyeron a determinar y estimular mi interés por la enfermería. Uno de mis hermanos sufrió una lesión grave jugando al hockey en la secundaria. Estuvo hospitalizado un tiempo. Era fascinante ver toda la actividad que había en esa habitación. No podía dejar de mirar esos equipos, los extractores, los monitores. Me conmovió ver cómo lo había afectado la lesión, y esto también me influyó para elegir esta profesión increíble. Además, una de mis tías era enfermera en un hospital de niños dedicado a pacientes crónicos. Me llevaba a conocer a sus pacientes y a sus colegas. Fue durante estas visitas que me enamoré de la atención de niños.
¿Cómo llegó a trabajar en los Hospitales Shriners para Niños de Boston?
Antes de venir al Hospital Shriners de Boston, trabajé como jefa de enfermería adjunta en el área de salud maternal e infantil del Boston Medical Center (BMC). Me gusta decir que crecí en el BMC. Allí me ofrecieron muchas oportunidades profesionales para seguir creciendo como jefa de enfermería. Durante cerca de un año tuve la oportunidad maravillosa de ser jefa de enfermería (CNO) provisional del BMC. Después de esa experiencia, decidí que quería ser CNO. En lo profesional, quería dedicar mis energías a concretar cambios en los departamentos de enfermería y atención al paciente. Y con esa certeza, aunque valoraba la oportunidad de ser jefa provisional, decidí no hacer la entrevista para el puesto. Sabía que para poder ser una buena CNO tenía que trabajar en un entorno más reducido. Es sumamente importante para mí conocer bien el equipo que tengo a cargo. Quería encontrar un lugar donde pudiera saludar al personal, conocer a todos por su nombre y saber cómo estaban sus familias. Para mí, esto es tan importante como tener información sobre los pacientes atendidos durante sus turnos. Y encontré ese lugar aquí, en (el Hospital) Shriners.
¿Puede contarnos cómo es su función?
El rol del director de los servicios de atención de pacientes (DPCS)/ejecutivo de enfermería es dinámico y flexible. Es un privilegio ser parte de esta organización y tener a cargo un grupo de especialistas clínicos tan talentosos. El puesto de DPCS abarca muchas áreas, como supervisión fiscal, mejora del desempeño, gestión de recursos humanos y, por supuesto, supervisión clínica. Otra de las responsabilidades es orientar al personal nuevo y ayudarlo a crecer, tanto en su trabajo con el paciente como en lo relacionado con los procesos de decisión. Además, el puesto me exige ser siempre leal a lo que más importa: el paciente. Ante una situación delicada que requiere tomar una decisión difícil, siempre les recuerdo a los miembros de mi equipo que cuando ponemos al paciente en el centro del debate casi siempre damos con la respuesta correcta.
El rol de DPCS me permite trabajar en una de mis pasiones, dirigir un equipo dinámico de profesionales clínicos, aplicando mis conocimientos tanto en el área directiva como en la clínica para generar cambios positivos en los servicios de atención de pacientes. Esto incide en la atención general de los pacientes y da lugar a experiencias y resultados positivos.
2020 es el año de la enfermera. ¿Tiene alguna reflexión sobre esta situación?
Es emocionante saber que es el año de las enfermeras. Si bien hay mucho que celebrar sobre la profesión de la enfermería y sus orígenes, este año ha sido particularmente exigente para el sector. La pandemia de COVID-19 representa un desafío global, y la enfermería está en el centro de todo. Si bien no hemos atendido pacientes con COVID en nuestro hospital, nuestro equipo de enfermeros y nuestros colegas siempre están a la altura de las circunstancias y ayudan cada vez que es necesario. Por ejemplo, cuando pedimos que todos se pusieran "manos a la obra" con el fin de readaptar el séptimo piso para recibir a adultos con quemaduras del MGH. No era una tarea sencilla, y la respuesta del personal de los servicios de atención al paciente fue lisa y llanamente extraordinaria.
La enfermería siempre es un pilar fundamental de la atención médica. Si bien hubo muchos cambios para el sistema sanitario en general, hoy los enfermeros también tienen muchos desafíos. Los enfermeros del Hospital Shriners de Boston no son ajenos a estos problemas.
¿Le gustaría compartir alguna anécdota o recuerdo especial de todo el tiempo que pasó aquí?
Guardo tantos recuerdos de mis cuatro años como DPCS del hospital... La evaluación y admisión de las víctimas de un incendio de un orfanato de Guatemala, la posibilidad de ser testigo de la recuperación de numerosos pacientes y su gratitud con nuestro personal cuando vuelven al hospital ¡y, por supuesto, la participación de tantos equipos deportivos en nuestras increíbles celebraciones! Estos festejos permiten que los niños sigan siendo niños durante su recuperación.
Uno de los recuerdos que siempre conservaré es el de una situación que transcurrió sin mucha fanfarria. Es un momento que siempre me viene a la mente cuando pienso en nuestros equipos clínicos. En esa ocasión pude observar bien a todo el equipo de una UCI mientras atendía a un niño que empeoraba rápidamente. La sinergia, el conjunto de aptitudes ejemplares, el constante apoyo mutuo y los esfuerzos conjuntos que hicieron falta para atender a este niño... era como oír una sinfonía. Todos trabajaban individualmente pero de manera sincronizada con un objetivo común: cuidar al paciente. La posibilidad de ser parte de la excelente atención que se brinda todos los días a nuestros pacientes es algo que siempre guardaré en mi corazón y mis recuerdos, porque son estas situaciones cotidianas las que me recuerdan por qué quise ser enfermera.
Manténgase en contacto
Únase a nuestra lista de correo para mantenerse actualizado sobre todo lo que sucede en Shriners Children's.