Shriners en la frontera: Hermanos ayudando a los niños

Cuando las puertas de la ambulancia se cerraron, casi una docena de Nobles de Shriners International (tanto de México como de los Estados Unidos) se reunieron muy cerca y en silencio formaron una fila, cada hombre puso una mano en el costado de la ambulancia y apoyó una mano en el hombro del hombre que tenía delante de él. Inclinaron sus cabezas y oraron en silencio por el transporte seguro y la pronta recuperación del niño que estaba adentro, quien pronto estaría en camino al Hospital Shriners para Niños Texas en Galveston.

El día de San Valentín, Fernando, de 20 meses, estaba jugando en la casa familiar en Coahuila, México, mientras su madre hervía una olla de agua cerca para hacer tamales. Lo que siguió fue un accidente muy común en hogares con niños pequeños; la olla de agua hirviendo se volcó y se derramó sobre él. Sus padres lo llevaron de urgencia al hospital local, donde se enteraron de que Fernando había sufrido quemaduras graves en el 35 % de su cuerpo. Después de estabilizarlo, el equipo del hospital local le sugirió que fuera al Hospital Shriners para Niños Texas en Galveston, el único centro pediátrico para quemados verificado en el estado de Texas.

Como nunca habían oído hablar de Shriners Children's y sabían que estaba al otro lado de la frontera en Texas, los padres de Fernando estaban preocupados por cómo lo llevarían allí para recibir el tratamiento de alto nivel que necesitaba. No estuvieron preocupados por mucho tiempo.

“El hospital local coordinó con el Shriners Children's y organizó nuestro viaje a la frontera con la ayuda de los Shriners locales en México y un grupo de Shriners en Texas”, dijo la madre de Fernando, Valeria. “Nunca habíamos oído hablar de Shriners Children's antes de esto, pero Shriners en México y Texas nos lo puso fácil e hizo todos los arreglos.

El Laredo Shrine Club, un club de Alzafar Shriners con sede en San Antonio, está listo para coordinar con sus hermanos al otro lado de la frontera en México el transporte de pacientes.

“Trabajamos en equipo a través de las fronteras internacionales para garantizar un viaje seguro para estos niños”, dijo Rick Reyes, Potentado de Alzafar Shriners. Elogió la rápida comunicación entre Alzafar Shriners, el Laredo Shrine Club y sus hermanos en México. Para Reyes, el logro habla no solo de su colaboración efectiva, sino también de su compasión compartida, amistad y voluntad colectiva de espíritu para ayudar a los necesitados. “Todos estos atributos son comunes en los Shriners de todas partes”, dijo.

Cuando Fernando y su familia llegaron en ambulancia al puente del puerto de entrada Juárez-Lincoln en Laredo, los Shriners estaban allí para presenciar su llegada y orar por él. “Estamos increíblemente agradecidos de haber tenido un pequeño papel en ayudar a esa familia”, dijo Reyes.

Una vez que la familia llegó a Galveston, Fernando recibió la atención altamente especializada que necesitaba para sus quemaduras, así como prendas de compresión para evitar más cicatrices. Afortunadamente, no necesitó cirugía ni injertos de piel, y después de unos 10 días, Fernando y su madre pudieron regresar a su hogar en México con un excelente resultado y continuar su recuperación.

“Tener la oportunidad de ayudar de cualquier manera posible contribuye mucho. Es lo que hacemos como Shriners”, dijo Reyes. “Llevamos el Fez. Ese es el común denominador. Ya sea en Estados Unidos, México u otro país, ves a ese hombre usando el Fez y sabes que harán todo lo posible para ayudarte”.