Paciente decidido supera los obstáculos del proyecto Eagle Scout​

El proyecto beneficia a los Hospitales Shriners para Niños de Erie

Cuando Riley, miembro de primera clase de Boy Scouts of America, tenía 12 años, fue diagnosticado con escoliosis idiopática (una curvatura de la columna vertebral). Él, un Scout activo y un nadador competitivo, y su familia decidieron buscar un enfoque holístico para su tratamiento. Después de una investigación significativa, la familia de Riley eligió a los Hospitales Shriners para Niños de Erie para su atención. El centro médico Shriners en Erie era el único lugar dentro de un radio de 1600 km de la casa de la familia en el oeste de New York que ofrecía un programa de ejercicios específicos para escoliosis (EEE) basado en el trabajo de Katherina y C.L. Schroth, o los principios de Schroth. El método basado en Schroth es un programa de tratamiento conservador específico para curvaturas e integral que utiliza ejercicios para ayudar a los pacientes a mejorar su alineación postural y minimizar el progresa de la curvatura de la columna vertebral.

A principios de 2019, Riley comenzó a trabajar con la terapeuta Brittany Ziegler para establecer su programa personalizado de ejercicios específicos para la escoliosis. La familia inmediatamente compró el equipo necesario para las sesiones de ejercicios diarias en casa, incluida la espaldera de gimnasia, que parece una escalera de pared. Para el verano de 2019, la postura y la fuerza de la zona central de Riley habían mejorado significativamente.

Riley sabía que el equipo que su familia había comprado para su programa había sido bastante caro y se preguntaba si todos los pacientes que realizaban los EEE podían comprarlo. Durante una de sus sesiones regulares de terapia, Riley le preguntó a Brittany si la mayoría de los pacientes tenía el equipo necesario. Lo sorprendió enterarse de que solo un 25% de los pacientes aproximadamente tenía acceso a espalderas de gimnasia en su casa, ya que, por lo general, no están cubiertas por el seguro médico. De inmediato, Riley quiso ayudar. Su idea inicial fue trabajar con sus compañeros scouts de Fredonia Troop 267 para construir espalderas y donarlas a los pacientes. Tuvo acceso a los planos de construcción, a expertos en carpintería y a 30-40 voluntarios para el proyecto.

Para ese entones, Riley obtuvo su rango de Star Scout y estaba a solo dos meses de conseguir el rango de Life Scout. Los Life Scouts deben planificar, desarrollar y liderar a otros en un proyecto que beneficie a una organización que no sea de scouts. Riley sabía que este proyecto de construcción sería su proyecto Eagle Scout. Era algo en lo que creía y que lo apasionaba. ¿Qué podía salir mal?

A veces los planes cambian. Después de varias conversaciones con el equipo de liderazgo del centro médico Shriners en Erie con respecto a dudas sobre la responsabilidad, se desarrolló un nuevo plan. En este, Riley lideraría un equipo para digitalizar el manual de terapia existente y recaudaría dinero para comprar equipos domésticos para EEE para los pacientes.

El 20 de enero de 2020, el proyecto Eagle Scout de Riley fue aprobado por el comité de tropas. El plan incluía trabajar con un equipo de voluntarios para transferir el manual de terapia a un formato digital, y dos eventos para recaudar fondos: una campaña para escribir cartas y una competencia de natación.

Al día siguiente, el 21 de enero, ocurrieron dos cosas. Primero, la propuesta del proyecto fue aprobada por los Hospitales Shriners para Niños de Erie. En segundo lugar, Riley descubrió que necesitaría cirugía de la columna vertebral. La cirugía fue programada para marzo de 2020.

Riley revisó la cronograma de su proyecto para que la recaudación de fondos y la planificación digital estuvieran completas antes de su cirugía del 20 de marzo. Luego pasaría sus seis semanas de recuperación editando y compilando el manual y comunicándose con su equipo de forma electrónica.

La campaña para escribir letras comenzó en febrero y la competencia de natación “Swim for Schroth” se llevó a cabo el 6 de marzo. Entre los dos eventos, se recaudaron más de 5000 USD para el proyecto. El 11 de marzo, se reunió el equipo digital, se asignaron labores y tareas, y comenzó el trabajo sobre el manual. El proyecto progresaba según lo planificado. ¿Qué podía salir mal?

La respuesta: una pandemia. En tres días, las escuelas cerraron y se pasó a la enseñanza remota, se dio la orden de quedarse en casa y la cirugía de Riley se pospuso.

Si bien esto significaba que el cronograma iba a tener que ser modificado otra vez, Riley estaba decidido a completar el proyecto para las familias de los pacientes de los Hospitales Shriners para Niños. Finamente, el 17 de agosto, cinco semanas después de la cirugía, Riley entregó 25 copias del manual de terapia, una copia digital y un cheque por 5000 USD. El arduo trabajo y la determinación firme de Riley habían dado sus frutos.