Un viaje inspirador hacia la sanación

La historia de Kreck

Kreck personifica las historias increíbles que generan cada día los Hospitales Shriners para Niños de Honolulu.

Oriundo de Chuuk, Kreck vino por primera vez al Hospital Shriners de Honolulu para someterse a una cirugía en 2008 cuando tenía 5 años. Nació con una afección que causó que ambas piernas giraran hacia la izquierda, lo que evitaba que pudiese sentarse o caminar erguido.

Los médicos solo operaron una pierna durante esa primera visita. Doce años después, en febrero de 2020, Kreck regresó para someterse a procedimientos adicionales para enderezar ambas piernas y corregir su columna vertebral, entre ellos, usar un corsé halo y una serie de cirugías.

“Se la pasa preguntándome si su espalda está derecha ahora. Le tomé unas fotos y se las mostré”, dijo su primo Denis, quien se ha estado quedando en el centro familiar en condición de tutor. Denis vive en Guam con su esposa y sus tres hijos, pero se ofreció como voluntario para viajar a O'ahu para cuidar a su primo, ya que los padres de Kreck no podían acompañar a su hijo.

Al recorrido de Kreck le faltan algunas cirugías adicionales para enderezar sus piernas, pero los procedimientos más importantes ya aparecen en el espejo retrovisor.

Además, él y Denis tienen pensado quedarse en Hawai'i hasta 2021 debido a la pandemia global de la COVID-19 y las restricciones para viajar.

Kreck, el hijo del medio de cinco hermanos, espera poder ayudar a su familia al regresar a su isla natal. El paciente de 17 años disfruta de estar activo. Sus actividades favoritas son nadar en la piscina y andar en BikeFit por el campus del hospital.

Sin embargo, su objetivo más importante antes de dejar el Hospital Shriners de Honolulu era escribir su nombre en inglés. “Nunca fue a la escuela porque sus padres no quería que los niños se burlaran de él”, contó Denis. “Aquí, va a la escuela con un tutor. Antes, no podría escribir su nombre; ahora, no solo puedo escribirlo, sino que también puede deletrearlo”.

“Lo único que quería era que lo 'arreglaran'”, dijo Denis. “Ahora está feliz”.