Jack atraviesa la parálisis cerebral con una actitud llena de sonrisas

Como reconocimiento del Día Mundial de la Parálisis Cerebral, este 6 de octubre, ¡le presentamos a Jack! Jack se convirtió en paciente del Hospital Shriners de Portland cuando tenía tan solo 6 meses de edad. A raíz de complicaciones en el parto, ya desde muy pequeño comenzó a tener necesidades médicas complejas, relacionadas con la parálisis cerebral, que requieren atención especializada.

En el Hospital Shriners de Portland, Jack recibe tratamiento para los efectos ortopédicos de la parálisis cerebral. Viene varias veces por mes y se le brinda una atención integral, en la que se incluyen visitas a su médica ortopedista pediátrica, Katie Fuchs, M.D., así como sesiones de fisioterapia y foniatría. También viene al hospital para recibir inyecciones medicinales para regular el tono muscular, lo cual ha reducido su tonicidad considerablemente.

“Nos encanta el Hospital Shriners de Portland”, expresó Angela, la madre de Jack. Desde el personal de la recepción hasta los terapeutas, todos nos hacen sentir bien recibidos y cómodos para hacer cualquier pregunta.

Hoy Jack tiene 3. No puede sentarse o quedarse de pie sin ayuda, y aún no se puede comunicar de manera verbal, ¡pero es sonriente como pocos! Su cara se ilumina con entusiasmo cuando asiste a las citas de terapia física con su terapeuta, Kirsten, y sonríe y estalla en risitas cuando le permiten manejar la silla de ruedas eléctrica.

“Llora cuando tenemos que irnos después de manejar la silla de ruedas eléctrica”, contó Angela. “Le encanta”.

Por sus necesidades especiales, Jack debe usar varios dispositivos de asistencia para manejarse en su vida cotidiana. Entre ellos se incluyen un andador que lo ayuda a caminar, un bipedestador que le brinda sostén cuando está de pie y una serie de sillas especializadas que le permiten estar sentado. También usa órtesis para tobillo y pie (AFO, según la sigla en inglés) para ganar estabilidad y tono muscular. Desde que comenzó a hacer terapia física en el hospital, ha logrado avanzar mucho en el manejo de la silla de ruedas eléctrica, un dispositivo que sus padres esperan poder conseguirle en algún momento.

Con la ayuda de Megan, patóloga del habla y el lenguaje, Jack está aprendiendo a comunicarse por medio de un dispositivo que se maneja con la mirada. Esta herramienta tecnológica de vanguardia permite a los pacientes operar un dispositivo de generación del habla únicamente a través de los movimientos oculares.

Si bien Jack debe enfrentar dificultades debido a su condición, muestra la misma actitud desenfadada que tienen muchos niños de su edad. Es un gran admirador de los deportes: le encanta tener la posibilidad de patear pelotas de fútbol en sus sesiones de terapia física, y muchas veces mira fútbol, monta de toros y boxeo con sus padres. También le encantan todos los tipos de autos, mirar deportes con autos ¡y jugar con autos! Y según contó Angela, es todo un seductor: siempre tiene una sonrisa conquistadora en los labios y chispas en la mirada.