Pulgada a pulgada, paciente avanza en su proceso de desarrollo

La historia de KJ

A Kaden Jo (KJ) le encanta hacer sonreír a los demás. Aunque aún es pequeño, tiene un don natural para generar alegría en quienes lo rodean, y siempre que conoce a alguien despliega toda su simpatía.

“Cuando KJ aprende a hacer algo nuevo, parece querer mostrárselo a sus tías y cualquier otro voluntario, visitante o estudiante”, cuenta su mamá, Nicole.

KJ divierte a sus “tías” en el departamento de fisioterapia de los Hospitales Shriners para Niños de Honolulu, de los cuales es paciente desde que tenía 1 mes de edad.

KJ nació de nalgas y con displasia de cadera bilateral. Además, le diagnosticaron síndrome de Prader-Willi, un trastorno que provoca dificultades por un retraso general en el desarrollo. Por recomendación de su médico de cabecera, en julio de 2019 Nicole y su esposo, Kevin, acudieron al Hospital Shriners de Honolulu en busca de atención para su hijo.

La 'ohana (familia) sintió de inmediato una profunda conexión y supo que había hallado un lugar único para que su hijo recibiera la atención especializada que necesitaba. “Todo el hospital tiene un clima acogedor y está adaptado a los niños. No solo es un lugar seguro para atender a un niño con necesidades especiales, sino que, además, todo el personal comparte el verdadero espíritu de aloha”, afirma Nicole.

Un integrante esencial del equipo de atención médica de KJ es el cirujano ortopedista pediátrico Jonathan Pellett, M.D., quien, según Nicole, les ha explicado muy bien “cómo estar atentos a las afecciones que podrían desarrollarse en el futuro”.

Sin embargo, el espacio favorito de la familia es el departamento de fisioterapia, donde la fisioterapeuta Kanoe Hook, D.P.T., logra que los ejercicios de fortalecimiento sean divertidos y estimulantes. Nicole valora mucho la devolución detallada que le hace Kanoe sobre los progresos de KJ y lo que ella y Kevin pueden hacer para que siga avanzando en su proceso de desarrollo. “¡Nos encantan nuestras visitas a fisioterapia! Cada integrante de la familia recibe el apoyo y el estímulo que necesita para seguir adelante”, asegura Nicole.

Y en efecto, KJ se destaca en sus sesiones de PT. En cada visita se fortalece aún más gracias a ejercicios adaptados a su nivel de desarrollo actual. También puede hacer amigos nuevos. “Tenemos muchas tías para visitar cuando vamos a fisioterapia... ¡nos sentimos muy afortunados!”, dice Nicole. “Todos nos ayudan mucho con KJ. Y nos dan ánimo y apoyo”.

Cada vez que KJ necesita una dosis extra de motivación, el equipo de fisioterapia llama al jefe de mimos, Zadoc, un Labrador retriever amarillo que brinda servicio como perro de asistencia a tiempo completo en el centro. “KJ se va acercando de a poco a Zadoc”, cuenta Nicole. “Se conectaron de inmediato”.

A medida que KJ sigue creciendo y avanzando en su desarrollo, también lo hace su atención en los Hospitales Shriners para Niños de Honolulu, con el objetivo de que logre cumplir sus sueños sin límites. Ya ha descubierto su amor por la natación, los libros y la música. Pero sobre todo, KJ disfruta estar con sus amigos y familiares, incluidos los de su 'ohana del Hospital Shriners.

“En este lugar, el personal se convierte en tu familia. Y se encarga de cuidarte”, dice Nicole.