Expaciente agradece a los Hospitales Shriners para Niños de Greenville por haberle dado una vida sin dolor

Nadie que conozca a Allie, de 23 años, imaginaría que alguna vez sufrió un tipo de escoliosis tan debilitante que a veces la vida diaria se le hacía insoportable... o que en este momento lucha contra el cáncer de tiroides.

En verdad, nadie imaginaría que tiene ningún problema en absoluto. “Allie siempre se preocupa más por el bienestar de los demás que por el suyo. Nunca se queja”, aseguró su papá, James.

Pero hace casi una década, los padres de Allie detectaron que algo no estaba bien cuando vieron que su hija adolescente había dejado de llevar el estilo de vida activo que la caracterizaba.

¿El responsable? El dolor de espalda que le causaba la escoliosis y por el cual, a la larga, le indicarían una cirugía.

“Realmente nos costó encontrar el médico indicado para la cirugía de Allie”, contó James. Pero fue entonces que el destino llamó a su puerta. “Estaba en New York, en una presentación sobre bienes inmuebles en el área de la atención sanitaria, y cuando le comenté mi preocupación por Allie a uno de los oradores, este me recomendó un cirujano ortopédico”. Ese cirujano era J. Michael Wattenbarger, M.D., jefe de personal en los Hospitales Shriners para Niños de Greenville.

Así es que Allie y sus padres fueron a ver al Dr. Wattenbarger y concluyeron en que era la persona que buscaban. Se programó que la cirugía se realizaría en el Hospital Shriners de Greenville en el verano, después de que Allie se graduara de la secundaria, y la familia volvió a su casa de North Carolina con una inmensa sensación de alivio. Parecía que, por fin, dejaría de sufrir el dolor crónico que la aquejaba.

En junio de 2015, Allie fue a Greenville para someterse a la cirugía de la columna vertebral tan esperada... pero los exámenes preoperatorios revelaron algo que pospondría los planes quirúrgicos: Allie tenía un bulto canceroso en el cuello. Ese mes, en vez de operarse la columna, Allie comenzó un tratamiento contra el cáncer. Y el día siguiente a su cumpleaños, el 22 de julio, los médicos la operaron para extirparle dos tumores y 61 ganglios linfáticos... 26 de los cuales resultaron ser cancerosos.

Apenas cuatro meses después, Allie volvió a Greenville para que le realizaran la cirugía de columna. Esta vez sí sería posible. Dos varillas y 12 tornillos más tarde, Allie estaba despierta. ¿Las primeras palabras que pronunció? “¡Gracias por curarme la espalda, Dr. Wattenbarger!”.

Durante cinco días, el personal del Hospital Shriners de Greenville hizo todo lo posible por que Allie se recuperara por completo... y así fue. “No podría haber tenido una experiencia mejor”, expresó Allie. “La atención y los cuidados que recibí durante mi estadía fueron increíbles. Cada una de las personas que trabajan en el Hospital Shriners de Greenville realmente quiere lo mejor para los pacientes”.

Cinco años más tarde, Allie ya no tiene dolor de espalda. Y si bien “la despedida de Shriners fue difícil”, la experiencia le permitió a Allie cumplir sus sueños. Después de recibir un título de Nutrición en la Appalachian State University, Allie decidió perfeccionar sus habilidades en la cocina.

Hoy, con el cáncer estable, Allie estudia Artes culinarias y dedica toda su energía a la apertura de “Allie B's, un restaurante familiar”, donde las recetas que conoció de pequeña tendrán un papel estelar. Y quiere que todas las personas que sufren algún problema médico sepan esto: es posible sanar y tener el futuro que soñaron.

Próximos pasos

Comparta su historia

Nuestros pacientes y familias son el centro de todo lo que hacemos en Shriners Children's. Lo invitamos a compartir cómo el equipo de Shriners Children's ayudó a su hijo.

Donaciones a Shriners Children's

A través de la generosidad de donantes como usted, hemos podido ayudar a que más de un millón de niños lleven una vida más plena, independientemente de la capacidad de pago de la familia.

Contáctenos

¿Tiene alguna pregunta o solicitud? ¿Necesita concertar una cita? Estamos a su disposición.