Lista para el regreso a casa
Tras 15 meses, la mayor parte del viaje de Marie Eva al Hospital Shriners está por terminar
Cuando Marie Eva, de 5 años, baje del avión en la nación del África Occidental de Costa de Marfil el próximo mes, caminará hacia los brazos abiertos de una familia que la ha extrañado con desesperación durante los últimos 15 meses.
Caminará, no gateará.
Esta habilidad de poner un pie delante del otro es posible gracias al tratamiento que recibió en los Hospitales Shriners para Niños de St. Louis. Marie Eva se ha sometido a siete cirugías a cargo de Mark Miller, M.D., para tratar la artrogriposis, una enfermedad que le produjo una grave limitación de la amplitud de movimientos de las caderas, rodillas y pies, y que hizo que debiera arrastrarse impulsada principalmente por los brazos durante los primeros tres años o más de su vida.
“Ahora es como una niña totalmente diferente, no solo por las piernas, sino porque su personalidad realmente se ha transformado”, dijo el Dr. Miller. “Es maravilloso verla”.
Pero para caminar hacia los brazos de su familia cuando regrese a casa, primero tiene que separarse de los brazos de la familia de acogida que la ha cuidado durante su estadía en los Estados Unidos: Bonnie y su marido, Pete, junto con sus tres hijos, Annie, Owen y William.
“El Dr. Miller y el equipo le han brindado una atención maravillosa”, dijo Bonnie mientras Marie Eva comía su nuevo desayuno favorito, mantequilla de maní y jalea sobre una tostada, una fría y lluviosa mañana de enero. “A veces tenía la sensación de que éramos las únicas personas allí, que todos estaban allí para tratar solo a Marie Eva”.
'El Hospital Shriners es asombroso'
El tratamiento de la niña fue coordinado a través de Children's Medical Missions West, una organización sin fines de lucro con sede en Ohio que depende de una red de familias de acogida cada vez mayor y de la generosidad de centros médicos como el Hospital Shriners de St. Louis para ofrecer tratamientos que les cambian la vida a los niños de países en desarrollo. Es dirigida por Tami Shobe, quien, además de tener seis hijos, ha proporcionado cuidado tutelar a otros más de 300 niños. Sí, leyó bien.
“El Hospital Shriners es asombroso”, dijo Strobe. “Simplemente adoro el hospital de St. Louis porque aceptan a un niño y lo acogen de inmediato”.
Marie Eva es uno de los dos niños de Children's Medical Missions West que están siendo actualmente tratados en el Hospital Shriners de St. Louis. Para mediados de febrero, está programada la llegada de un tercer niño de Burkina Faso, un país que limita al noreste con Costa de Marfil.
“He sido valiente”
Marie Eva llegó a los Estados Unidos en octubre de 2019, no hablaba ni una palabra de inglés, pero inmediatamente se integró a la familia de Bonnie y Pete. “La primera noche que la trajimos a casa, sacamos algunos bloques y los niños simplemente comenzaron a construir juntos”, cuenta Bonnie. “No fue necesario que conocieran el idioma del otro. Simplemente comenzaron a jugar”.
La barrera del idioma se evaporó durante los primeros cuatro meses de Marie Eva en los Estados Unidos. Ahora habla con una fluidez que es difícil de imaginar para alguien para quien el inglés es algo tan nuevo. Utiliza esas palabras para hablar sobre el amor de su preescolar: “Me gustan el patio de juegos y las cosas. Y me gusta Mateo. Es agradable”. y sobre su cariño hacia su mamá de acogida: “Me cuida muy bien. Me gusta mucho limpiar con ella”.
El avance de Marie Eva no ha sido rápido; tampoco ha sido fácil. El Dr. Miller adoptó un enfoque sistemático para abordar sus tres problemas: rodillas que estaban básicamente trabadas a ángulos de casi 100 grados, pies zambos que estaban torcidos hacia abajo y hacia adentro, y caderas que estaban torcidas hacia afuera.
“Con las piernas como las tenía, no había posibilidades de que alguna vez pudiera ponerse de pie”, señaló el Dr. Miller.
Las cirugías tan complejas como las de Marie Eva no están exentas de molestias. Pero Marie Eva y su familia de acogida se han mantenido positivas. Como dice Marie Eva: “He sido valiente”
Ahora, cuando ve el edificio en el que pasó tanto tiempo durante su estadía en los Estados Unidos, sonríe, señala y dice: “¡Ese es mi hospital!”. Viene dos veces por semana para recibir terapia física, pero incluso eso está a punto de terminar.
“Ha hecho lo que vino a hacer”, dijo Bonnie. “Alcanzó todas las metas y lo hizo maravillosamente. Ahora está lista para regresar a casa con su mamá”.
El Dr. Miller dijo que si bien es poco probable que Marie Eva camine alguna vez sin férulas y muletas, ha ganado mucho durante el tiempo en que estuvo en los Estados Unidos. “Ahora tiene su independencia. Puede ir a la escuela y básicamente vivir su vida mientras crece”, dijo.
Esto hace que el Dr. Miller, un graduado de la Harvard Medical School que completó su especialización en la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington de St. Louis, se sienta agradecido. “Es realmente un privilegio llegar a trabajar con niños y ayudarlos a cumplir sus sueños y metas”, señaló. “Marie Eva ha trabajado muy duro. Es una excelente sociedad”.
“Una hermosa fotografía del amor de Dios”
No se irá con las manos vacías. Su familia de acogida está preparando un álbum de fotos lleno de recuerdos de los últimos 15 meses: su primera bola de nieve, una visita al zoológico, las muchas veces que fue a nadar a la piscina de los padres de Bonnie. El álbum de fotos es para Marie Eva, sí, pero también para los padres de la niña.
“La aman tanto que la dejaron venir hasta aquí durante un largo tiempo para recibir el tratamiento que necesita para poder caminar y hacer lo que necesite cuando sea adulta”, dijo Bonnie. “Se necesita coraje para eso”.
Marie Eva ya tiene algunos planes para cuando sea adulta: “Quiero ser maestra y mamá, como mi mamá y mami Bonnie”.
La despedida que se acerca no será un “adiós” sino un “hasta luego”. Marie Eva deberá volver a los Estados Unidos a medida que crezca para el ajuste de nuevas férulas para las piernas y tal vez para alguna cirugía menor para que su enfermedad no vuelva a aparecer, comentó el Dr. Miller.
Cada vez que venga, se quedará con quienes estuvieron a su lado cuando dio sus primeros pasos. Bonnie dijo que ve todo esto como parte de una finalidad superior. “La atención, el apoyo y la dedicación que recibió Marie Eva del Hospital Shriners, así como de su familia y amigos, nunca se interrumpieron”, comentó. “Para mí, esta es una hermosa foto de cómo el amor de Dios llega a lo más profundo, rescata, recupera y trae unidad”.
En la fotografía: (derecha arriba) Parte del tratamiento de Marie Eva involucró fijadores dobles, dispositivos de tipo halo en las piernas, así como mucha fisioterapia para ayudar a que las rodillas tuvieran cierta amplitud de movimiento.
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