La capitana honoraria tiene los ojos puestos en el futuro

Malorie tiene la vista puesta en el éxito.

Esta recién graduada de la Escuela Preparatoria Galena no esperará hasta el primer día de clases en la Universidad Estatal de Pittsburg para ponerse manos a la obra. En su lugar, Malorie buscó un segundo trabajo de verano a tiempo parcial, esta vez en el campus. Sirve a los estudiantes, las familias y el personal al ofrecer recorridos y trabajar como asistente administrativa. Con casi 50 horas de crédito en su bolsillo, Malorie espera con ansias estudiar administración de empresas en el otoño.

Sueña con convertirse algún día en directora ejecutiva de una gran corporación.

Parecería que la Universidad Estatal de Pittsburg es la clave para desbloquear su futuro. Sin embargo, durante una semana este verano, la universidad también arrojará luz sobre su pasado. La Universidad Estatal de Pittsburg es anfitriona del 49.^° Kansas Shrine Bowl anual – un evento que reúne a atletas de preparatoria, porristas, músicos de bandas de marcha, Shriners y pacientes, para un juego y mucho compañerismo.

Malorie fue diagnosticada con escoliosis cuando asistía al 8.^° grado. Con una columna vertebral demasiado curvada para usar un dispositivo ortopédico y con muy poco tiempo antes de que su cuerpo terminara de desarrollarse, el equipo de atención de Malorie en el Hospital Shriners para Niños St. Louis y sus padres acordaron que la cirugía de la columna vertebral era la mejor opción.

Su cirujano del Hospital Shriners para Niños St. Louis insertó varillas para ayudar a enderezar su columna vertebral.

“Después de la cirugía, la parte de curación no estuvo nada mal. Una vez que se curó, pude hacer todo aquello que mis amigos podían hacer”, explicó.

Hoy mide casi 5’10’’. Aunque no lo crea, ella ganó varios de esos últimos centímetros en la cirugía ya que se enderezó su columna vertebral.

“Cuando me desperté, pedí que alguien me trajera una cinta métrica”, se rió.

“Cuando pienso en las palabras 'familia Shriners', se me saltan las lágrimas. Tengo una sensación de calidez, amor, comprensión, hospitalidad, preocupación y, sobre todo, cariño. Sinceramente, creo que todas las personas involucradas en Shriners Children's se preocupan genuinamente por nuestros hijos”, reflexionó la madre de Malorie, Michelle.

Malorie se desempeñará como capitana honoraria del Kansas Shrine Bowl 2022, una designación que dice que tuvo el honor de recibir. Ese título la llevará a la línea 50 de la yarda para lanzar la moneda que decidirá el inicio del partido, al escenario del banquete, al desfile y, quizás lo más importante, a la experiencia hospitalaria del Kansas Shrine Bowl.

Ahí es donde liderará una coalición de 16 embajadores de pacientes preparados para compartir sus historias y defender la necesidad de conocer las diferentes habilidades. Ellos llevarán a los atletas, las porristas y los músicos a través de la experiencia hospitalaria del Kansas Shrine Bowl y, con suerte, les abrirá los ojos a los desafíos que otros niños enfrentan todos los días.