Nuevas rodillas, nueva oportunidad
El Dr. Haus encontró las respuestas que Emmy estaba buscando y realizó una cirugía de rodillas que le cambió la vida, dándole una nueva oportunidad.
Gracias a los cinco años de excelente atención en el Hospital Shriners para Niños Northern California, Emmy es la integrante más joven del equipo de baile de los Sacramento Kings, que actúa frente a miles de ávidos fanáticos durante los partidos locales de los Kings.
El Golden One Center es el estadio local de los Kings y está a solo 8 kilómetros del Hospital Shriners para Niños Northern California, un lugar al que Emmy consideraba su hogar mientras recibía atención. Emmy atribuye su éxito actual a las dos cirugías de rodilla, las horas de fisioterapia y el aliento infinito que recibió del personal de Shriners Children's. Compartió que el equipo la ayudó a alejarse del dolor hasta llegar a actuar en la cancha de madera dura.
El menisco discoide es una afección poco común en la que la almohadilla de cartílago en forma de C en la rodilla que actúa como amortiguador está ovalada o tiene forma de disco. En el caso de Emmy, el menisco era más grueso de lo habitual y no estaba adherido, por lo que no permanecía en su lugar.
Emmy lloraba a menudo cuando era bebé, lo que sus padres, Jake y Traci, inicialmente atribuyeron a irritabilidad. Un día, cuando le cambiaba el pañal, Jake escuchó que sus rodillas hacían un chasquido. Luego, ambos se dieron cuenta de que había algo muy diferente en Emmy que no habían notado cuando su hermano mayor, Chad, era bebé. Así comenzó su viaje para conseguir la atención que necesitaba.
Emmy tuvo su primera cirugía de rodilla cuando tenía 2 años, y luego tuvo otras cirugías a los 4, 6 y 8 años. Sin embargo, todavía le dolían las rodillas. Este fue un período difícil para Emmy. Los cirujanos y médicos decían que sus rodillas parecían curadas y les costaba encontrar explicaciones médicas para su dolor. Finalmente, determinaron que no había nada más que pudieran hacer, lo cual fue algo devastador de escuchar para una joven activa.
Su dolor implacable continuó y sus padres buscaron en todas partes tratando de encontrar opciones de tratamiento especializado para su hija. Emmy tuvo una quinta cirugía cuando tenía 10 años. Lamentablemente, esta tampoco hizo mucha diferencia.
Cuando cumplió los 12 años, el dolor se hacía insoportable. Los médicos de Emmy la descartaron y su autoestima estaba decayendo. Emmy temía que nunca más podría hacer lo que más amaba en la vida: bailar. Su madre la inscribió en su primera clase de danza cuando tenía 4 años y ella bailó a pesar del dolor toda su vida. Pero llegó un momento en que el dolor la obligaba a alejarse cada vez más de la danza a medida que pasaba el tiempo.
Sin embargo, sus padres no les creían a los médicos y no estaban dispuestos a dejar que su hija renunciara a sus sueños y esperanzas. Decidieron hablar con un cirujano más, quien de inmediato derivó a Emmy al Hospital Shriners para Niños Northern California.
“Mi mamá había oído hablar de Shriners Children's, pero pensaba que era solo para niños que no tenían seguro, y no lo es, es para cualquier niño que necesite su ayuda”, dijo Emmy. “Y tienen algunos de los mejores cirujanos del mundo”.
“No estaría bailando en este momento si no fuera por Shriners Children's, física o emocionalmente”
Emmy dijo que su primera visita con el cirujano ortopédico especialista en medicina deportiva, Brian Haus, MD, fue un alivio.
“El Dr. Haus pasó horas revisando mi historial médico. No tomó mi enfermedad a la ligera. Él dijo: 'No veo nada malo, pero tienes dolor, así que quiero hacer una cirugía exploratoria’”, dijo Emmy.
Se suponía que esa cirugía duraría 30 minutos, pero el Dr. Haus descubrió que las cirugías anteriores habían dejado a Emmy prácticamente sin menisco. Salió del quirófano para ir a hablar con Traci y Jake en la sala de espera y recomendó una cirugía correctiva en la rodilla derecha mientras Emmy ya estaba bajo los efectos de la anestesia. Los padres de Emmy estuvieron de acuerdo, por lo que ella estuvo en el quirófano durante otras cuatro horas.
Emmy pasó una semana como paciente hospitalizada en Shriners Children's mientras se recuperaba.
“Me sentía realmente deprimida”, dijo Emmy. “Pero luego comencé a trabajar con los fisioterapeutas que hicieron que fuera realmente divertido. De alguna manera, de una experiencia realmente dolorosa hicieron una experiencia muy feliz. Y ver a otros niños recuperándose junto a mí y verlos mejorar fue de gran ayuda para mí”, dijo Emmy. “No solo mi rodilla estaba mejorando, sino también mi alma. Fue muy motivador”.
Después de un año de fisioterapia continua para recuperarse de una cirugía en la rodilla derecha, Emmy se sometió a su séptima cirugía para mejorar el mismo problema en la rodilla izquierda. Pasó otra semana internada y se sintió aún más como en casa durante la segunda vez, gracias a un equipo de atención compasivo y multidisciplinario.
“Es tan extraño decir que estar en un hospital fue una gran experiencia, pero realmente lo fue”, dijo Emmy. "Antes, sentía que no era lo suficientemente buena, era muy insegura, pero Shriners Children's me enseñó que todos somos únicos, que debes aceptar lo que tienes, de una manera muy buena".
Emmy recuerda cómo el personal de Shriners Children's la alentaba y apoyaba constantemente para que persiguiera sus sueños de volver a bailar. Se recuperó de sus dos cirugías, se graduó de la escuela secundaria y ahora es bailarina profesional de la NBA para los Sacramento Kings.
“Parece surrealista. Me sigo pellizcando. Nunca hubiera pensado que estaría bailando para la NBA”, dijo Emmy. “El equipo de baile de los Sacramento Kings es muy acogedor y mi entrenadora es muy comprensiva con mi situación. Si el equipo hace un movimiento que yo no puedo hacer, ella crea un movimiento que yo pueda hacer. El equipo muestra lo que tengo y lo acepta”.
Eventualmente, Emmy necesitará una cirugía de trasplante de menisco, pero por ahora sigue enfocada en su carrera como bailarina profesional de la NBA. También está pensando en cómo puede retribuir a Shriners Children's y a los niños a los que atendemos.
"No estaría bailando en este momento si no fuera por Shriners Children's, física o emocionalmente", dijo Emmy. “Estoy aquí porque me decían que podía volver a bailar. Me devolvieron mi libertad. Realmente, es un lugar mágico”.