Hospital Shriners para Niños Boston ayuda a una expaciente a hacer realidad su pasión

Lauren, ex paciente de Hospital Shriners para Niños Boston, se dio cuenta de su pasión por la industria de la belleza después de recibir atención por quemaduras.

Ahora ayuda a otros a sentirse seguros de sí mismos. Lauren sufrió quemaduras de primer, segundo y tercer grado en el pecho a los 22 meses cuando sus padres organizaban una jornada de puertas abiertas en su casa. “Era diciembre y los inviernos de Nueva Inglaterra son bastante fríos, así que me abrigué con algunas capas para el evento”. Mientras los invitados iban y venían, los padres de Lauren ofrecían chocolate caliente y golosinas. “Vi una taza de Papá Noel en la mesa. Pude agarrarla, y me derramé el chocolate caliente humeante encima”, dijo Lauren. “Las capas que llevaba atraparon el calor, provocando diferentes grados de quemaduras”. Lauren llegó a Hospital Shriners para Niños Boston unos meses más tarde, después de que una vecina de sus abuelos, una Shriner, recomendó Shriners Children's para recibir atención.

El tratamiento inicial de Lauren fue extenso. “Iba cuatro veces al año; dos cirugías y dos chequeos al año”, dijo Lauren. “Esto continuó durante toda mi adolescencia”.

Lauren tuvo una experiencia positiva en el Hospital Shriners para Niños Boston gracias al personal docente y al personal del hospital, especialmente a su cirujano, Daniel Driscoll, M.D. El Dr. Driscoll es un cirujano plástico certificado que se especializa en reconstrucción para niños con quemaduras y diferencias congénitas. “La clave es encontrar lo que se necesita y hacer un plan quirúrgico y reconstructivo”, explicó el Dr. Driscoll. “Trabajamos para rehabilitar las cicatrices de Lauren con terapia con láser, esteroides e incluso cirugía menor”.

Lauren le da mérito al Dr. Driscoll por ayudarla a controlar la apariencia de sus cicatrices y se siente honrada de haber sido su paciente. “Esa cirugía cambió mi vida. Nunca pensé que mis cicatrices serían tan sutiles como lo son ahora”, dijo. “Puedo decir que, con casi 23 años, mirar fotos de mi infancia hasta ahora es absolutamente alucinante. Me siento muy afortunada de haber estado bajo su cuidado”.

El Dr. Driscoll explicó que el tratamiento en el Hospital Shriners para Niños Boston es un enfoque multidisciplinario, con tratamiento de varios departamentos del hospital. “Esto nos permite cuidar de los niños y sus familias a medida que crecen y abordar los problemas que surgen en diferentes etapas de sus vidas”.

Lori Viveiros, enfermera registrada, también jugó un papel importante en la experiencia de Lauren en Shriners Children's. “La enfermera Lori estuvo conmigo desde el principio. En cada cirugía, ella estaba allí tomándome la mano”, dijo Lauren. "Incluso si ella no estaba trabajando o no podía estar en la habitación conmigo en una de mis visitas, se aseguraba de hacer todo lo posible y preguntarme cómo estaba”. Lauren dijo que estaba a la espera de poder ir al Shriners Children's porque estaba ansiosa para ver a una de sus enfermeras favoritas y escuchar sobre sus caballos y sus viajes.

Lori Turgeon, PT, D.P.T., es directora de servicios terapéuticos en el Hospital Shriners para Niños Boston. A menudo trabaja con pacientes quemados durante todo su tratamiento. “Dado que el tejido cicatricial no siempre funciona igual que la piel sana, muchos pacientes pueden desarrollar contracturas articulares o cicatriciales a medida que crecen, lo que hace que este tejido limite su función o provoque cambios en la apariencia del niño”, dijo Lori.

Los terapeutas trabajan en estrecha colaboración con los pacientes en objetivos apropiados para su edad, intereses y participación en su comunidad. El Dr. Driscoll explicó que para las cicatrices grandes, el crecimiento del niño es importante. “Pueden volverse más tensas y requerir tratamientos quirúrgicos para aliviar la tensión, como cirugía plástica e injertos de piel. A veces es tan simple como enseñarles a maquillarse para que se sientan menos cohibidas al usar ese vestido favorito en el baile de graduación”.

Uno de los mejores recuerdos de Lauren es el de la clínica de maquillaje. Asistió a la escuela de cosmetología después de graduarse en negocios y ahora es estilista de tiempo completo. El Hospital Shriners para Niños Boston despertó su interés en la industria. “Recuerdo que acababa de ingresar a la escuela secundaria y se acercaba un baile. Quería maquillaje para cubrir un poco mis cicatrices”, explicó Lauren. “Nunca me sentí avergonzada de mi cicatriz, pero me sentí empoderada al aprender cómo podía usar cosméticos en las circunstancias que quería”.

Turgeon también ayuda a dirigir la clínica de maquillaje del Hospital Shriners para Niños Boston. Los cosméticos son una de las muchas herramientas que utiliza el hospital para ayudar a los pacientes a reintegrarse al público después de una lesión. “Al verse por primera vez con el maquillaje puesto, después de haber pasado tiempo con Robin, nuestra maquilladora, aprendiendo cómo difuminar su tono de piel y realzar su belleza natural, simplemente se ve la luz que irradian nuestros pacientes y que nos hace sonreír”, dijo Lori.

El maquilladora Robin Liebowitz participó en el programa del Hospital Shriners para Niños Boston después de enterarse a través de un amigo. A Robin le encanta ser parte de la clínica porque ve el impacto que el maquillaje puede tener en los pacientes. Robin espera que puedan llevarse una sensación de positividad gracias a las habilidades que ella ofrece. “El maquillaje no es para camuflar sus facciones, sino para hacerlas sentir más cómodas consigo mismas y al salir al mundo”, explicó Robin. “¡Cuando nos vemos bien nos sentimos bien y eso aumenta la autoestima!”

Lauren adopta esa misma perspectiva a través de su trabajo en cosmetología. “¡Me encanta mi trabajo y hacer que la gente se sienta hermosa todo el día! ¡Se trata de aceptar nuestras diferencias y saber que eso es lo que te hace ser TÚ!” Cuando Lauren no está en el trabajo ayudando a otros a sentirse seguros de sí mismos, le encanta pasar tiempo con sus perros y leer.

Después de la experiencia de Lauren en el Hospital Shriners para Niños Boston, espera que las familias y los niños sepan que la situación mejora. “El comienzo puede ser aterrador porque no sabes qué esperar, pero te puedo asegurar que el Hospital Shriners para Niños Boston es lo mejor que me pudo haber pasado. La comunidad es muy fuerte”, dijo Lauren.