Superando el pie equino varo con Shriners Children's México

Desde el momento en que Adrián nació, su madre, Blanca, supo que su vida estaría marcada por desafíos.

El médico que la atendió en el parto le informó que su hijo había nacido con pie equino varo bilateral, una condición que afecta la forma de los pies y que muchas veces impide caminar.

Blanca comenzó a buscar ayuda de inmediato en su estado, Guerrero, y rápidamente encontró una opción en un hospital privado. Sin embargo, durante un año, Adrián recibió un tratamiento inadecuado que no mostró resultados. Preocupada y cuestionando la falta de progreso, Blanca descubrió que en Guerrero no había médicos certificados para tratar pie equino varo. Con sus ahorros agotados y en medio de una pandemia mundial, la esperanza de un tratamiento para Adrián parecía muy lejana.

Un día, Blanca vio un reportaje en televisión que captó su atención de inmediato: Shriners Children’s México brinda servicios médicos especializados en ortopedia pediátrica y secuelas de quemaduras, sin importar la capacidad de pago o el seguro de la familia estado.

Con la esperanza renovada, Blanca se comunicó con el hospital y obtuvo una cita. Durante la consulta, le explicaron que Adrián seguiría el método Ponseti para corregir su afección y le realizaron estudios para descartar que el tratamiento anterior hubiera causado daño. El panorama para la familia había mejorado considerablemente, sin embargo, aún existía un inconveniente; no contaban con los recursos para acudir semanalmente a las consultas necesarias. Ante el problema, la mamá de Adrián explicó su situación al departamento de Trabajo Social, quienes les ayudaron a conseguir el apoyo semanal de los boletos de autobús.

Con terapia, amor y paciencia, Adrián comenzó a caminar a los tres años de edad. Ahora, los viajes al hospital son cada seis meses para consultas de seguimiento y el pequeño lleva una vida plena.