Afecciones de las manos y el plexo braquial
La Dra. Felicity Fishman aborda el tema de las afecciones de la mano y las extremidades superiores en los niños, incluidas la sindactilia, la polidactilia y el plexo braquial, y sus tratamientos.
Melanie Cole (anfitriona): Las afecciones en las manos en niños son más frecuentes de lo que la gente cree y hay muchos tratamientos nuevos que ayudan a los niños con diversas afecciones en las manos, como la sindactilia y la polidactilia. La cirugía pediátrica de manos es un campo en el que se están haciendo progresos, y requiere habilidades extraordinariamente precisas además de la naturaleza afectuosa necesaria para trabajar con los niños. Mi invitada de hoy es la Dra. Felicity Fishman. Ella es cirujana especializada en manos y extremidades superiores en el Hospital Shriners para Niños Chicago. Bienvenida al programa, Dra. Fishman. ¿Cuáles son las afecciones en las manos que ve con mayor frecuencia?
Dra. Felicity G. L. Fishman, M.D. (invitada): Bueno, lo que vemos en Shriners va desde traumatismos en niños que se cayeron de sus patinetes o de los juegos para trepar hasta problemas congénitos con los que los niños nacen o cosas que suceden en el momento del nacimiento, como la parálisis del plexo braquial. Algunos de los problemas congénitos comunes que vemos en los niños son la polidactilia, cuando hay dedos de más, o la hipoplasia, cuando hay pocos dedos o más pequeños. A veces, vemos cosas como la sindactilia, que es la formación de una membrana entre los dedos.
Melanie: Si un padre o madre acude a usted, ¿le diría que esto, la sindactilia o la polidactilia, es algo que puede verse en el útero? ¿Podríamos saberlo antes de que el niño nazca?
Dra. Fishman: A medida que la tecnología avanza, cada vez más familias pueden saberlo mediante las ecografías prenatales, pero no siempre es algo que pueda averiguarse con antelación. Sin embargo, hoy en día, un número importante de familias pueden recibir una advertencia antes del nacimiento a través de una de las ecografías. No es una ciencia perfecta, así que es difícil detectar en una mano tan pequeña si los dedos están unidos o si la cantidad de dedos es la correcta. Es que, a veces, los bebés esconden sus dedos, y será diferente cuando ese bebé nazca. Pero cada vez más personas pueden saberlo antes del nacimiento del bebé y, en ocasiones, hasta hacemos consultas prenatales para hablar sobre lo que podría pasar después del nacimiento.
Melanie: ¿Cuáles son las mayores preocupaciones de los padres, Dra. Fishman?
Dra. Fishman: Bueno... Todo el mundo quiere que su hijo sea "perfecto" o normal. De modo que creo que sus preocupaciones se refieren a cómo funcionará el niño con la diferencia que le toque tener en su mano o su extremidad superior, si eso le provocará dolor, cuántas cirugías podría necesitar y cómo se verá la diferencia.
Melanie: ¿Siempre es necesario un tratamiento?
Dra. Fishman: El tratamiento no siempre es necesario, eso depende de la afección, y creo que nuestro objetivo principal es trabajar con los padres y con el niño sobre ese tema tan pronto como el niño tenga la edad suficiente para participar en su atención, a fin de asegurarnos de estar haciendo cosas para el niño y no al niño. Por lo tanto, siempre queremos asegurarnos de estar ayudando a mejorar la función o la cosmesis, si eso es algo que la familia desea tratar.
Melanie: ¿Qué tipos de tratamiento ofrecen? ¿Qué tratamientos hay disponibles para estos tipos de afecciones?
Dra. Fishman: Para la sindactilia, a menudo sugerimos separar los dedos y el momento depende de qué dedos estén unidos. Nuestro objetivo es dar a cada niño cuatro dedos y un pulgar, si esto es posible. Entonces, si el niño tiene una membrana entre dos dedos, abordamos eso para que puedan ganar más movilidad y puedan extender más la mano. En el caso de los niños con polidactilia, es decir, que tienen demasiados pulgares o algo adicional del lado del dedo meñique, nuestro objetivo es reconstruir la mano para devolverle toda la funcionalidad que pueda tener y, en el mejor de los casos, si es posible, darle al niño cuatro dedos y un pulgar.
Melanie: ¿Cuál es el pronóstico? Si un niño se somete a este tipo de procedimiento, ¿a qué edad deberían hacerlo y cuál es la amplitud de movimiento de sus manos? ¿Hay algo más que resulte afectado?
Dra. Fishman: Todo depende del grado de la diferencia congénita que tengan. En el caso de algunos niños con polidactilia, podría tratarse solamente de un dedo extra que no tiene todas las demás partes involucradas, por lo que será una reconstrucción muy sencilla que solo dejará una pequeña cicatriz y prácticamente ninguna secuela para cuando crezcan. O podría tratarse de un dedo o pulgar muy comprometido, en el que ninguna de sus partes duplicadas conforma la totalidad de una única parte y, entonces, sí habrá algo de pérdida funcional en ese dedo. Pero una de las mejores cosas de trabajar con niños es que tienen una facilidad increíble para adaptarse y eso será lo normal para ellos,. En general, se las arreglan muy bien y pueden adaptarse y encontrar maneras de hacer todo satisfactoriamente con lo que tienen.
Melanie: Y, en general, ¿a partir de qué edad hacen estos procedimientos?
Dra. Fishman: Si es posible, solemos hacerlo entre el año y los tres años de edad. De modo que alrededor de los dos años es un momento bastante común para que se hagan estas cirugías, aunque, a veces, se hacen incluso cuando el bebé tiene un año.
Melanie: ¿Y qué es el plexo braquial? Las personas han oído este término, pero no saben con certeza qué significa. ¿Nos explica un poco de qué se trata? ¿Es congénito o consecuencia de un traumatismo?
Dra. Fishman: Por supuesto. De hecho, no podría asegurar que entre en una o en otra de esas categorías. El plexo braquial es un conjunto de nervios que salen de la médula espinal, desde el área del cuello, que luego llegan a todo el brazo. Así que, básicamente, es lo que suministra todas las sensaciones y la potencia motora a los músculos del brazo. Y cuando un bebé nace, estos nervios pueden estirarse, según cómo sea el nacimiento y otros varios factores que dependen del tamaño del bebé y de otras cosas. Y lo que sucede cuando ese nervio se estira es que no funciona muy bien y, en el momento del nacimiento, nosotros no podemos ver qué tan grave es la lesión al nervio. Solo podemos ver que el brazo no está funcionando debido a algún tipo de lesión en el plexo braquial. De modo que no necesariamente es un traumatismo, ya que alrededor del 50 % de estos niños no tienen ningún factor de riesgo ni ningún problema con el parto o el nacimiento que podamos identificar. Pero tampoco es congénito, excepto por el hecho de que el niño nace con el problema.
Melanie: Entonces, ¿qué querría que los padres supieran? Usted mencionó que es posible que el brazo no esté funcionando. ¿A qué edad podría convertirse en signos de advertencia por lo que los padres deberían llamar al pediatra?
Dra. Fishman: Normalmente, esto se diagnostica al momento de nacer porque hay grandes listas de verificación que se implementan cuando los niños nacen con el objeto de asegurarnos de que todo se mueve con el niño en forma simétrica. Es, por lo general, algo que se descubre al nacer y, aunque el pediatra suele hacer un seguimiento durante uno o dos meses, realmente me encantaría ver a estos niños tan pronto como sea posible, para que podamos comparar su examen a lo largo de los primeros seis meses. Así que, siempre que sea posible, idealmente yo vería a estos bebés dentro del primer o segundo mes. Pero alrededor del 80 % de los niños mejorarán por sí solos, sin que hagamos ninguna intervención.
Melanie: Esa iba a ser mi siguiente pregunta, en el caso de lesiones menos graves, ¿recuperarán los bebés la funcionalidad? Los nervios tardan en curar. Así que, ¿qué es lo que observan como prognosis para esos bebés y cuándo es necesaria una intervención?
Dra. Fishman: Claro. Durante los primeros seis meses de edad, examinamos a los bebés mensualmente para ver si aún tienen un déficit. Y una vez más, el 80 % de los niños van a mejorar casi por completo por sí mismos o lo suficiente y no será necesario que los ayudemos con una cirugía, lo que es grandioso. Entonces, hacemos, literalmente, un examen físico cada mes, y los padres observan y estiran y ayudan para decirnos qué está y qué no está haciendo su bebé con el brazo. Si aproximadamente a los seis meses de edad los niños no han recuperado ciertas funciones del brazo, entonces hablamos de la posibilidad de hacer una microcirugía. Si desde el nacimiento hasta más o menos los tres meses, el brazo no tiene ninguna movilidad, podríamos comenzar antes a evaluar una microcirugía, que es una exploración de los nervios mismos con la posible inserción de injertos obtenidos de otros nervios del cuerpo, frente a la posibilidad de obtener nervios que están funcionando y con ellos ayudar a los nervios que no lo están a que funcionen mejor.
Melanie: ¿Es esto algo que pueda pasarles a niños más grandes como resultado de deportes de contacto o algún tipo de lesión traumática?
Dra. Fishman: Claro. La parálisis del plexo braquial al momento del nacimiento o parálisis obstétrica del plexo braquial, que es de lo que estamos hablando, es lo que sucede en el momento del nacimiento, pero sin duda, también puede haber una lesión traumática del plexo braquial como consecuencia de un accidente de autos o cualquier otro traumatismo que, por cierto, podría incluir un deporte de contacto, pero en los niños mayores suele verse con mucha más frecuencia en situaciones parecidas a un accidente automovilístico.
Melanie: De modo que, ¿es algo que tienen que abordar también en niños más grandes?
Dra. Fishman: Sí, también en los niños mayores y en adultos, totalmente.
Melanie: Pero su tratamiento sería diferente porque ellos podrían hablar sobre el tema, explicar qué les pasa o qué sienten, o si tienen hormigueo o entumecimiento o lo que sea, entonces, ¿cuáles serían los pasos a seguir en función de la gravedad del problema? ¿Es necesaria una intervención con fisioterapia o terapia ocupacional? ¿Qué es lo que hacen para ayudarlos?
Dra. Fishman: En los casos de personas más grandes que han sufrido una lesión traumática, por ejemplo, un adolescente que haya tenido una lesión del plexo braquial debido a un accidente de autos, por supuesto, trabajaríamos con ellos en terapia para asegurarnos de que el brazo permanezca bien, de modo que se lo pueda mover de forma pasiva. Luego, nuestras opciones consistirían en explorar el área de la lesión y posiblemente reparar los nervios, tal vez hacer injertos. Después consideraríamos hacer transferencias de tendón o de nervios para intentar mejorar el funcionamiento del brazo, si es que no mejora solo, con la terapia y el tiempo.
Melanie: Entonces, Dra. Fishman, para redondear, ¿cuál sería su mejor consejo o la información que querría que los padres conocieran acerca del campo en el que usted trabaja como cirujana de muñeca y mano, y con su capacidad para realizar estos procedimientos de precisión con los niños, y lo que los padres deberían saber?
Dra. Fishman: Bien, creo que los servicios que ofrecemos en Shriners son maravillosos ya que brindamos un entorno agradable para los niños, obviamente, porque es un hospital pediátrico. Tener la capacidad de ofrecer un nivel tan elevado de atención especializada significa que, si tienen problemas específicos o traumatismos básicos, nosotros podemos proporcionarle toda la atención en un lugar, lo que es fantástico, ya que tenemos la terapia aquí. Contamos con especialistas para cada parte de la atención que pudieran necesitar, desde quirófanos hasta terapia y personal de medicina clínica. Así que es un enorme privilegio poder tratar a niños con estas diferencias y ayudarlos a mejorar o a ser más funcionales.
Melanie: Muchas gracias por acompañarnos hoy, Dra. Fishman. Esto es Perspectiva sobre la atención pediátrica especializada con el Hospital Shriners para Niños Chicago. Para obtener más información, visite www.shrinerschicago.org. Recuerde, www.shrinerschicago.org. Yo soy Melanie Cole. Muchas gracias por escucharnos.
Más información sobre la invitada
Felicity G.L. Fishman, M.D.
Felicity Fishman, M.D., es una cirujana especializada en manos y extremidades superiores del Hospital Shriners para Niños Chicago. También se desempeña como profesora adjunta en el departamento de ortopedia y rehabilitación del Loyola University Medical Center de Chicago.
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